Mi abuela había cumplido 78 años y a su edad
acababa de descubrir que era lesbiana. Vivía en una residencia porque no se podía
mover bien ya que le dio un ictus y su lado izquierdo quedó un poco paralizado.
El caso es que, como vivía sola desde que mi abuelo murió, decidió que estaría mejor
en una residencia. Tenía algo de dinero y mis padres buscaron una residencia
donde la gente estaba, en general, en buenas condiciones y tenían muchas
actividades. Allí fue donde conoció a Amelia. Desde que se conocieron
congeniaron y se hicieron inseparables. Tanto que aunque cada una tenía una
habitación individual, pidieron tener una habitación conjunta para pasar junta
también las noches. Cuando íbamos a verla coincidíamos con Amelia y fue poco a
poco entrando a formar parte de nuestra familia, porque no había cumpleaños o
evento al que acudiera mi abuela sin ella. Era una persona dulce, alegre,
charlatana, positiva, que ayudó a mi abuela a ser mejor persona. Ella
había estado amargada toda la vida porque, todo hay que decirlo, mi abuelo era
un tirano machista. Cuando él murió mi abuela comenzó a florecer. Comenzó a
hablar más, a opinar más. Antes era una sombra detrás de su marido que no se
atrevía a hablar y menos a llevarle la contraria. Ahora gracias a Amelia se la
veía feliz, la veíamos reírse, cosa que aún nos impresionaba a todos porque
nunca lo hacía estando su marido presente, para que no pensara que se reía de
él.
Un día que fui a verla me confesó que estaba
en uno de los mejores momentos de su vida, era feliz, hacía lo que quería,
tenía amigos, su familia íbamos a menudo a visitarla y tenía a Amelia a su lado.
Que más podía pedir a la vida. Salí de allí con un chute de energía, yo que
andaba trastocada por una mala relación con un chico, verla a ella, a su edad,
siendo tan feliz como yo esperaba serlo algún día me dio esperanzas, me hizo
ver que la vida depende de nosotros mismos y que tenemos que ser dueños de
nuestra propia vida, ella tenía que haberse revelado antes pero no fue capaz. Ahora
estaba empeñada en disfrutar cada instante como si fuera el último.
Pues no se yo si es lesbiana o simplemente que como dices, se ha quitado un peso de encima.
ResponderEliminarSea como fuere, tiene derecho a ser feliz y me alegro mucho.
y también de que vosotros podáis verla sonreír, pues es el recuerdo que os quedará en el futuro.
He encontrado tu blog por casualidad.
Hace unos 6 meses que tengo blog, y te invito (si te apetece) a que pases a echarle un vistazo. En él cuento las chorradas que me pasan y las cosas de las que me quejo. Si te animas, te dejo el link. Suele ser entretenido!
Nos vamos leyendo!
https://similocuramedeja.blogspot.com