...Busco sin cesar en todos los rincones de mi casa, pero no consigo encontrarla. He empezado a ponerme nerviosa porque llega la hora de irme y necesito mi dosis diaria de autoestima, no tengo fuerzas para salir a la calle sin ella, no podré enfrentarme en el trabajo a cientos de personas sin mi dosis de confianza, la cual me inspira seguridad y felicidad. ¿Y si se hubiera ido? ¿así sin decirme nada?¿qué será de mí?. Cuando conocí a mi autoestima yo era una persona triste, tímida, retraída, llena de miedos... gracias a ella he conseguido poco a poco salir de mi crisálida y volverme la persona que soy hoy. Quizás se ha ido por que ya no la necesito, o bien porque ella ya no se considera útil. Quizás se ha ido porque alguien la necesita más que yo. Pero aún así tengo miedo...
Bueno, no me queda otra, tendré que echar el resto y salir a esa jungla, hacer caso a los consejos que me dio, levantar la cabeza, sonreír y recordar que el resto de la gente que me ve tiene el mismo miedo que yo o incluso más. Abro la puerta, respiro hondo, miro al frente y me digo a mi misma que puedo hacerlo, ella me enseñó y yo siempre fui una buena estudiante, es hora de demostrarlo..