miércoles, 9 de enero de 2013

Dos en la carretera

... El joven policía miraba por la ventana del coche patrulla cuando de repente se giró hacia su compañero y le dijo.¡Mira Miguel! es la segunda vez que pasamos por delante de esa parada de autobús y esa pareja de ancianos sigue ahí sentada con el frío que hace. Hoy es Navidad y a esta hora ya no hay servicio de autobuses vamos a acercarnos y se lo comentamos. Además es difícil encontrar un taxi a estas horas y en una noche como esta. Pararon el coche junto a ellos y les explicaron que no había autobuses y que tendrían que llamar a un taxi. ¡Gracias joven! Pero no tenemos dinero y tampoco tenemos móvil, pero no se preocupe... ¿Donde van a estas horas? Hace frío y su mujer tiene mal aspecto. ¿Quieren que llamemos a algún familiar? ¡Verá, es que nuestros hijos nos han echado de casa y no tenemos donde ir! No sabemos que hacer...¿Nos podría dar algo para comer un bocadillo?. Pero esta noche es Navidad, ¿porqué les han echado? La anciana, que había permanecido callada todo el rato, habló para decir que su hija y su yerno tenían invitados para cenar y que ellos no eran bien vistos, querían que no salieran de su habitación y que no hicieran ruido, ni salieran al baño y habían discutido. El final de la discusión habían concluido con dos maletas y la puerta de la calle a sus espaldas. ¡Esperen un momento que voy a hablar con la central! Dijo el policía de mayor edad. Mientras se acercaban al coche comentaban entre ellos.¡impresionante tío y en Navidad!. Vamos a llevarles a algún albergue y daremos parte a los servicios sociales. Yo no aguanto a mis suegros pero me sentiría incapaz de dejarles en la calle tirados como perros. ¿Es que hemos perdido la humanidad?...este trabajo a veces me deja perplejo, la realidad supera con creces a la ficción...

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