miércoles, 5 de diciembre de 2012

¡Feliz Diwali!

...Tengo casi 10 años y estoy feliz, he conseguido un buen trabajo, se podría decir que me ha tocado la lotería. Cuando mi padre se puso enfermo y no pudo continuar yendo a trabajar me propusieron en la fábrica que fuera yo a ocupar su lugar. Pensé que estando mi padre enfermo no entraría ningún dinero en casa y no sé que habría sido de mi familia, así que acepté sin pensarlo. Mi madre hacía un par de años que había muerto durante el último parto y desde entonces yo, como hermano mayor, cuidaba de mis cuatro hermanos, había aprendido a cocinar algo, y la curiosidad fue la que me ayudó a aprender a leer casi por mi cuenta y a escribir poco y mal. Como mi padre estaba todo el día trabajando yo era el que me encargaba de las labores de la casa y de cuidar a mis hermanos. Les dejaba en una especie de escuela que tenía una ONG  donde además les daban algo de desayunar  y me iba a la puerta de alguno de los grandes hoteles de Bombay a pedir o hacer recados, llevar maletas, lo que surgiera. Había días que tenía suerte y me daban una buena propina, otros en cambio volvía a casa sin nada, así que entrar en la fábrica era una suerte porque eso nos aseguraba un dinero diario.
El trabajo en la fábrica era duro porque había que transportar pesado bloques de ladrillo durante muchas hora, pero eso era mejor que perder a mis hermanos por no poder mantenerlos o perder a mi padre por no poder pagar un médico o las medicinas, así que sí, estoy muy contento, solo espero no caer malo y poder hacer algunas horas extra para así conseguir reunir un poco más de dinero y  durante el Diwali poder hacer algún regalo a mis hermanos... ¡Ah, y explotar algunos pedardos por supuesto! es la mejor festividad del año. ¡Feliz Diwali!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Las maletas

...¡Del amor al odio hay una línea muy fina!. Ahora recordaba aquella frase y le venía a su mente una y otra vez mientras se limpiaba la sangre de sus manos. Acababa de cortar a su mujer en pedazos y había metido sus trozos en un par de viejas maletas. El ser carnicero había facilitado mucho esa labor, la sangre no le impresionaba y tenía mucha maña con el cuchillo. Limpió los bordes de una de las maletas que había quedado salpicada con pequeñas gotitas negras de sangre coagulada, se fijó en que una de las maletas llevaba aún una etiqueta atada con sus nombres y dirección y que en alguna ocasión les había servido para que aunque no llegará a su lugar de vacaciones, a menos volviera a casa sola tras un largo periplo entre aeropuertos y aviones.  Había pensado en abandonar las maletas en una vieja mina y enterrarlas en ella, pero de repente pensó. ¡A ella le gustaba mucho viajar! así qué, ¿por qué no llevarla al aeropuerto?  abandonarla allí en algún carrito de maletas, tardarían en averiguar quien era ella y para entonces, él sería el marido triste y preocupado por su desaparición y que además ayudaría compungido en su búsqueda. Solo esperaba que el amante de su mujer no lo acusara a él directamente, no se atrevería a salir a la luz y más siendo un personaje público como era, ¡callaría!, no le interesaba un escándalo.¿y si al final le pillaban? Bueno, al menos siempre podría vender la exclusiva del romance de su mujer a la televisión. ¡En la carcel con dinero siempre se estaría mejor que sin él!... 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Problemas de conciencia

...Miró el reloj de la mesilla, aún faltaban cuatro horas para levantarse. Trabajaba de policía pero últimamente no le gustaba su trabajo. La unidad a la que pertenecía era la que cubría los desahucios y por desgracia últimamente raro era el día en que no tenían uno o dos. Sufría teniendo que echar a la gente como él de sus casas, por eso la noche antes de tener que cubrir uno, solía tener problemas para conciliar el sueño pensando en lo que le tocaría ver al día siguiente. Había veces que tenían que coger a la gente entre cuatro compañeros y literalmente echarle a la calle, cogerle por manos y piernas y dejarle en la acera e impedirle subir de nuevo a su casa. Pero tampoco tenía otra alternativa y más ahora que su mujer estaba en paro y solo era su sueldo el que entraba en casa. Quizás algún día serían sus propios compañeros los que vendrían a echarle a él. Desde luego si la cosa seguía así no lo descartaba. El banco en su día les animó a comprar esa casa, que aun no siendo nada del otro jueves tenía un precio desorbitado, inflado por los especuladores, también les había animado a incluir la reforma del piso y el coche nuevo con la hipoteca, entonces todo eran facilidades, pero ahora, sin un sueldo y con dos hijos tenían serios problemas para llegar a fin de mes. Habían puesto a la venta uno de los coches para reducir gastos, pero era tan viejo que nadie lo quería, pero ahora su mujer ya no lo necesitaba para ir a trabajar, un gasto menos, un seguro menos, un impuesto menos. Volvió a mirar el reloj, aún faltaban tres horas para ir a trabajar, que lento corría el tiempo a veces...

jueves, 8 de noviembre de 2012

El cayuco


Ayer por la noche le pregunté a mi madre. 
- ¡Mamá yo he viajado alguna vez en barco?
Ella, a pesar de ser negra, se puso pálida, su sonrisa se nubló y sus ojos volvieron a tener aquella triste expresión de hace algunos años. 
-¡Sí hijo, una vez! Pero eras un bebé y por suerte no te acuerdas. Era una pequeña barca gracias a la que pudimos llegar a España tú y yo y evitar la muerte en África. Fue un viaje duro en el que murió mucha gente, pero tú me diste fuerza para continuar con vida.
-¿Quieres decir que vinimos en un cayuco, como esos que salen en la tele? ¿Por qué no me lo habías dicho nunca?.
-Verás hijo, has vivido aquí desde que tenías 6 meses, este es tú país, donde están tus amigos y tú familia, he querido que vivieras alejado de aquello, que fueras feliz. ¿Qué habrías ganado sabiendo todas las miserias por las que pasamos hasta que conseguimos levantar la cabeza con dignidad?.
- ¿Y por qué me lo cuentas ahora ?
- Porque ya tienes edad para comprender ciertas cosas y creo que saber la historia de tú pasado te ayudará a valorar más lo que tienes ahora.
- En el instituto nos han pedido hacer una redacción sobre un viaje, así que ¿por qué no me cuentas más sobre nuestro pasado y sobre ese viaje?
- ¿Estás seguro hijo?, hay muchas cosas que te avergonzarían. Tú ya piensas como un Español, no sé si comprenderás lo que significa estar en una situación límite, desesperada, sin esperanza, sin recursos, sin ayuda. Tuve qué hacer muchas cosas qué prefiero olvidar aunque te puedo decir que por ti volvería a hacer cualquier cosa.
- Creo que vivir en la ignorancia nos hace más mal que bien.¡cuéntamelo todo, por favor mama!
- Bien hijo, pues entonces pon la cafetera y prepara dos buenas tazas porque la noche será larga...


jueves, 25 de octubre de 2012

El secreto mejor guardado

...¡Niños, ir recogiendo los juguetes y metiéndolos en esta caja!. Mientras nosotros recogíamos, mis padres se fueron a hablar a la cocina. No sabían que yo estaba usando mi super vaso espía y podía escuchar toda la conversación.
 ¡Hoy he recibido la notificación, el lunes vienen la policía a desahuciarnos!, ¿no podemos hacer nada? preguntó mi madre. ¡No, el banco no quiere hablar, ni negociar! pero tranquila, he buscado por el barrio y he encontrado un edificio vacío que podemos ocupar, ya hay varias familias viviendo en el, y durante un tiempo al menos no estaremos en la calle. Es todo un edificio, nuevo, sin estrenar que no consiguen vender  y que la constructura ni siquiera vigila por no gastar dinero, así que aunque al principio no tendremos luz, al menos parece ser que podemos conseguir tener agua. ¡Ya verás allí estaremos bien! solo espero que los servicios sociales tarden mucho en enterarse del tema y no nos quiten a los niños.
De repente mi padre salió de la cocina y me pilló allí con el vaso en la oreja. Me miró y me preguntó ¿has entendido lo que pasa? yo le dije que  solo eso de que ibamos a hacer como los romanos en su época e invadir un edificio y ocuparlo y que me parecía bien y que si había que guardar el secreto que estuviera tranquilo que por mi no había problema, pero que mejor no decirle nada a mi hermana que era un chivata y lo contaba todo en el cole. Me miró y dijo,¡Si mejor que no se enteren en el cole o la invasión no saldrá bien! No te preocupes papa, esto será el secreto mejor guardado...

Libertad

... Suerte que era negro porque así no tenía que pintarse la cara para camuflarse en la oscuridad. Se acercaba el momento de lanzar el ataque a la valla, estaba nervioso, un sudor frío le recorría la espalda. Esta vez se habían juntado más de cien nigerianos para atacar a la vez desde diversos puntos, así la guardia civil no tendría ocasión de coger a todos y al menos se aseguraban que algunos conseguirían su objetivo soñado.¡Entrar en España!.Era la segunda vez que lo intentaba. La primera vez que lo intentó, la policía marroquí se lo impidió y el recuerdo de aquella ocasión lo llevaría marcado para siempre en su ceja.
Esa noche mientras esperaba la señal, recordó su periplo hasta llegar allí. Su huida de casa siendo aún un niño para evitar el hambre y a las guerrillas que raptaban niños para hacerles soldados, sus numerosos y  duros trabajos por media Africa para conseguir el dinero que pedían las mafias por llevarle a Marruecos. Casi no recordaba a su familia, solo el rostro de su madre con lágrimas en los ojos diciéndole, ¡Vete hijo e intenta sobrevivir!. Estaba con esos pensamientos cuando sonó la señal, todos se levantaron y comenzarón a correr hacia la valla con escalas, palos, con tijeras para cortar los alambres. El ruido de los disparos al aire de la guardia civil, el ladrido de sus perros  y el sonido de las sirenas de los coches de la policía marroquí a lo lejos, se mezclaba con los gritos de sus compañeros de ¡libertad!,¡libertad! mientras intentaban entrar en territorio Español. Uno de los perros de la policía Española le cogió por una pierna y le tiró al suelo pero se arrastró tirando de él, no podía permitirse ahora derrumbarse tan cerca de su destino, comenzó a llorar, entonces un guardia le cogió del brazo y le ayudó a  levantarse mientras le dirigía a una ambulancia. Al fín lo había conseguido, su futuro seguía siendo incierto aunque sabía que durante unos meses comería caliente y tendría un techo.¡Aquello era el paraiso!

miércoles, 17 de octubre de 2012

La mascota

...Me gusta mi dueña y la quiero mucho, pero lleva una vida muy estresante y por lo tanto me estresa un poco a mi. Como ella tiene que madrugar mucho para ir a trabajar, me baja muy temprano a la calle a hacer mis necesidades y a mi me da un poco de pereza, sobre todo en invierno, pero tampoco voy a quejarme, es un rato agradable que comparto con ella, suelo ser bueno y hacerlo rapidito, por pudor y porque sé que siempre tiene prisa. Además no me agrada mucho verla como me espera, muerta de frio y con la bolsita en la mano preparada a recoger mis excrementos y tirarlos luego a la papelera. Luego me quedo solito todo el día hasta por la noche. Ella suele volver reventada de cansancio, pero al verme que me pongo contento al verla, deja sus cosas y me vuelve a bajar. Por la noche solemos pasear un buen rato e incluso se para a hablar con algún otro dueño mientras yo juego con otras mascotas. Para mi es el mejor momento del día, cuando puedo hablar con otros congéneres y recordar cuando los humanos éramos los dueños de la tierra y no como ahora que estamos dominados y domesticados por estos extraterrestes verdes... A menudo me acuerdo de mi perro Pancho ¡si él me viera ahora, lo que se iba a reir!

miércoles, 10 de octubre de 2012

La pensión del abuelo

...¡cariño ya estoy en casa, todo ha ido bien!, vengo de hablar con la residencia y los servicios sociales para sacar a tu madre de la residencia, el lunes la traigo a casa. Echando cuentas, ahora que vamos a tener a tu madre y mi padre en casa creo que con sus pensiones podremos aguantar un tiempo, solo pido a Dios que no se mueran y duren por lo menos hasta que Luis termine la carrera y se pueda ir a un buen país a trabajar. Ahora que los vecinos están haciendo lo mismo, esto va a parecer un geriátrico , ja, ja, bueno al menos cuando les bajemos al parque estarán cómodos porque quitando el Alzheimer de alguno el resto se conocen desde hace muchos años. Ahora no estarán tan solos, es una pena que sea así. He pensado que nos tendremos que turnar para buscar trabajo, hacer chapuzas y cuidarles.¡Todo va a ir bien, ya lo verás!. Bueno me voy al banco a cobrar la pensión de mi padre, este mes podremos pagar la hipoteca y el bonotransporte del niño, así no tendrá que colarse en el metro.

lunes, 8 de octubre de 2012

Sentimiento de impotencia

...¿Abuelo, por qué me siento tan mal? desde que me dijeron que me iban a castigar en el cole, por algo que no había hecho,me siento muy raro, ni mi padres, ni mis profesores me creen, pero yo no fuí.¡Ese sentimiento se llama impotencia! Dijo mi abuelo, y por desgracia lo vas a sentir muchas veces en tu vida. Vivimos en una sociedad en la que en pos de una democracia unos señores deciden que es lo mejor o no para nosotros sin consultarnos, hacen de médicos sin serlo y sin saber si el medicamento que nos están dando sirve para curarnos o matarnos. El sentimiento de impotencia solo se atenúa con el de la paciencia, la resistencia, el valor, la ilusión, la necesidad de cambiar las cosas para que no vuelva a suceder esa injusticia...¡Joer abuelo no he entendido nada! ¿entonces qué hago para no sentirme así?. Le dije mirándole con cara de aburrido. ¡Aguantarte niño, aguantarte o chivarte del que lo hizo realmente! y se levantó de su sillón y se fue malhumorado. Me quedé pensando en los pros y contras, como me había enseñado mi madre, sobre lo de chivarme o no y decidí que mejor cumplía el castigo y así mi amigo Julio me daría los cromos que me había prometido si me callaba. ¡con esos cromos terminaba la colección, metecía la pena!

sábado, 6 de octubre de 2012

La Playa

…La ola inundó sus pies descalzos, el agua estaba fría, pero ella se sintió feliz de poder sentirla. Caminaba despacio por la orilla, llevando los zapatos en una mano y una chocolatina en la otra. Era muy temprano, aún no había casi nadie por la playa, solo el tractor de limpieza y un par de operarios recogiendo miles de desperdicios. ¡Qué guarra es la gente! pensó, seguro que en su casa no lo hacen pero aquí….¡qué pena!. Durante un rato el único sonido que escuchó fue el grito de las gaviotas que sobrevolaban una papelera llena de basura. De nuevo pensó ¡cómo ha cambiado la naturaleza y se adapta a todo, gaviotas que comen basura!...Algo se enganchó en uno de sus pies, pensó que sería un alga, iba a quitársela cuando descubrió con asco que era un preservativo ¡ah, que asco! ¡pero cómo puede ser la gente tan guarra!. Entonces se le escapó volando el papel de la chocolatina que llevaba en la mano, iba a correr para cogerlo cuando pensó ¡Total es solo un papel! y continuó caminando… Al fin y al cabo ella también era gente.

jueves, 4 de octubre de 2012

Los culebrones

...Se llamaban Luci y Pepa, dos mujeres que rondaban los sesenta años con las que coincidía cada día en el autobús. Solían sentarse, si no estaban ocupados, siempre en los mismos asientos detrás de mi. El viaje duraba casi una hora y mientras el resto de las personas del autobús dormitaban, leían o escuchaban música en silencio, ellas charlaban animadamente y en un tono bastante elevado, por lo que sus conversaciones eran públicas. Durante años fui testigo pasivo y obligado escuchante de las bodas de sus hijos, de saber cuan despiadadas eran alguna de las nueras o de lo maravilloso de algún yerno, o de la muerte de algún pariente, nacimientos de nietos... Poco a poco fui sabiendo tanto de sus vidas que comencé a tener "mono", cuando algún día no coincidíamos sentía que me faltaba algo, era como estar enganchada a un culebrón, necesitaba mi dosis diaria, además ahora estaba en un punto muy interesante de cuyo desenlace pretendía enterarme esa mañana, pero apareció solo Luci. Pasó junto a mi, nos dimos los buenos días que marca la educación y se sentó detrás mío en silencio. Emprendimos la marcha y comencé a ponerme nerviosa, sabía que el día anterior la hija de Luci tenía el juicio por la custodia de sus hijos y yo sin saber que había pasado. Tenía la necesidad de saberlo así que me levanté y me sente junto a ella y le dije, ¡perdona que te moleste pero tengo que preguntarte algo!. Me confesé a ella esperando que no me tomara por una loca cotilla, pero en cambio me miró con comprensión y comenzó a contarmelo todo. Aquello fue el comienzo de una gran amistad. Desde aquel día hemos cambiado de sitio y nos sentamos las tres juntas en la parte de atrás. Ahora me siento como una actriz de reparto y no una espectadora y me agrada.

miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Te puedo pedir un favor?

...No sé cómo me había dejado convencer para hacer aquello, estaba aterrorizada, nunca me había gustado ser el centro de atención. Mientras caminaba despacito hacia mi pareja veía a todo el mundo mirándome y sonriendo mucho, exageradamente diría yo. No podía casi ni andar con aquellos ridículos zapatos. Llevaba un ramo de flores que era casi más grande que yo y no estaba acostumbra a ir tan maquillada, me picaba la cara, me estaba poniendo nerviosa,  además se me estaba clavando el sombrero que llevaba en la cabeza. Cuando llegué hasta donde estaba mi pareja le dije, ¡no sé si voy a poder hacerlo!, ¡Aguanta, por favor, es solo un rato! Me dijo mi amiga. Nos dimos las manos, nos giramos y dijimos muy alto ¡como están ustedessss! En ese momento el enorme zapatón de payaso que llevaba se me salió, tropecé  y caí de culo,  la carcajada fuera generalizada,  los niños se tiraban por los suelos haciendo lo mismo que yo. ¡qué vergüenza! Pensé ¡es la última vez que le hago el favor a mi amiga de sustituir a su novio para las fiestas de cumpleaños de niños!

lunes, 1 de octubre de 2012

Caducado

...soy profesora de niños de infantil, estaba intrigada con una de mis alumnas. Un día, por casualidad, la había visto que traía un yogur para comer en el recreo pero estaba caducado, no le dije nada, pero al día siguiente me fijé y traía unos donuts caducados, me extrañó así que estuve toda la semana fijándome y siempre traía algo de comer pero siempre con la fecha de caducidad pasada. Se lo comenté a una compañera, quejándome del despiste de la madre, ¡una vez, vale, pero lleva toda la semana igual!. La noche del viernes cuando volvìa a casa en coche de una cena con amigos, me paré en un semáforo en frente de un centro comercial, estaban sacando la basura y un montón de gente estaba con bolsas junto a los contenedores esperando para hacer la compra...Allí descubrí a la madre de mi alumna. Entonces comprendí.

domingo, 30 de septiembre de 2012

El centro de planchado

...¡Hay que ser mas productivos! ¡hay que hacer recortes, economizar! decían los políticos. Qué se lo preguntaran a ella que desde que su marido y ella se quedaran en paro había tenido que buscarse un trabajo en negro planchando ropa, principalmente a solteros y divorciados. Había conseguido ser muy productiva, se había buscado una cartera de clientes cercanos unos de otros para no perder tiempo en traslados y había invertido parte de sus ingresos en un centro de planchado que llevaba en el carro de la compra...¡aquello si que daba vapor! no las planchas de 30€ que solían tener sus clientes. Gracias a aquella inversión ahora podía tener 3 clientes más al día. Mientras planchaba a todo ritmo pensaba en como mejorar aún más su trabajo,¡para una arquitecta no estaba mal! ahora agradecía las horas que su madre dedicó a enseñarle algo que ella consideraba inutil y que en cambio ahora le permitía comer y pagar a sus hijos la universidad...pensando y planchando decidió que según llegara a casa enseñaría a su marido y sus hijos a planchar.¡quien sabe, a lo mejor podría aumentar su negocio!...

viernes, 28 de septiembre de 2012

"Las Vegas"

…Acababa de oír en  las noticias que a lo mejor hacían un complejo tipo “Las Vegas” en Alcorcón, se sentó en la silla de la cocina y comenzó a llorar, la noticia le dejó hecha polvo. Ella vivía allí y eso significaba el final de su matrimonio ¿Por qué? Pensarán, pues porque Manuel, su marido era ludópata. Él no lo reconocía, no había consentido ir a un psicólogo o a alguna asociación para que le ayudaran. Día sí y día también llegaba a casa sin un euro, era taxista y alegaba que había poco trabajo, que el dinero se iba en el gasoil, pero ella sabía que se lo gastaba en las tragaperras de los bares y jugando a las cartas con los amigos. Incluso alguna de sus amigas se lo había encontrado alguna vez en el casino de Madrid. Cuando le preguntaba decía que era porque había llevado a algún cliente y ya se había quedado a tomar un café. Aquello estaba llegando a su fin, había hablado ya con un abogado para solicitar el divorcio, pero aún no se había decidido, le daba pena, en realidad era un buen hombre, que siempre le había tratado bien, era un buen padre, pero aquello no podía seguir así. La primera vez que les cortaron la luz por falta de pago y estuvieron a punto de ser desahuciados, ella consiguió llegar a un acuerdo con el Banco,  se puso a trabajar limpiando casas,  domicilió todo los pagos en una cuenta solo a su nombre, al menos así sabía que a sus hijos no les faltaría una casa y comida. Pero ahora si construían la tentación a la vuelta de la esquina..." ¡no! decididamente aquello se había acabado. Esa misma tarde volvería a hablar con su abogado.

Bonnie and Clyde


…Era la cuarta vez que nos llamaba la policía porque habían detenido a mis abuelos. Mi padre como otras veces, suspiró, colgó el teléfono y le dijo a mi madre. ¡Cielo, me voy a por los abuelos a la comisaría!....¿otra vez? Dijo mi madre ¡En fin, que le vamos a hacer, voy llamando a la residencia para avisarles!. Mientras mi padre se ponía el abrigo le pregunté ¿Qué película les han puesto esta vez en la residencia? Porque, con "Bonnie and Clyde" intentaron atracar un banco, con "Piratas del Caribe" robaron una barca en el retiro y con "Titanic" se bañaron vestidos en el Lago de la Casa de Campo. Mi padre se quedó pensativo y dijo ¡Pues, por lo que me han dicho que les han detenido, creo que les han debido poner por lo menos "9 semanas y media"! cogió las llaves del coches y se fue sonriendo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

El cajero

…Esta mañana me disponía a sacar dinero de un cajero, pero cuando fui a entrar vi que había un hombre durmiendo en el suelo, tapado con una manta. Me quede con la puerta entre abierta, paralizada, sin saber si entrar o irme. Pensé rápidamente en los pros y los contras, pero no había ningún cajero cerca, a parte de este y necesitaba el dinero con urgencia ¿Qué hacer?. Al final decidí entrar. ¡Total, perecía muy dormido! Comencé a realizar la operación cuando le vi girarse hacía mí y abrir los ojos. Le miré con un poco de miedo casi no me salía la voz pero dije ¡Buenos días, perdón si le he despertado!. No dijo nada. Comenzó a recoger sus cosas. Yo recogí mi dinero y me disponía a salir, cuando me dijo. ¿tendría para un café? . ¡Claro! Dije yo mientras buscaba nerviosa el monedero con el dinero suelto. Cogí  dos euros para dárselos y entonces me dijo ¡deberías volver a copiar 100 veces no hablaré con desconocidos!. Me despedí y salí a la calle tan deprisa como pude. Luego durante toda la mañana, en el trabajo, estuve pensando en lo que me dijo y comprendí quien era. Se llamaba Dº Pablo,  fue el  profesor que en el colegio me  castigó a hacer esa copia una vez. ¿Cómo habría llegado a eso?. Decidí que si mañana pasaba por allí y estaba, hablaría con él y le invitaría a tomar un café, pero conmigo.

Madrugadores

…Cuando entré, me fijé en que había unas cincuenta personas, distribuidas en grupos de cuatro. El silencio era impresionante, casi religioso. Comencé a caminar buscando un sitio donde sentarme y mientras, iba mirando los rostros de cada una de esas personas, algunas de las cuales tenían los ojos cerrados en estado de duermevela, otras simplemente miraban o pensaban en silencio y  otras fijaban sus ojos en libros o periódicos, en general sus rostros mostraba un gesto  triste o cansado. Encontré un sitio, me senté, cerré los ojos, el silencio me envolvió y  un sueño dulce comenzó a rondar mi mente. El silbato del tren, anunciando el cierre de las puertas del metro, me elevó a la realidad. Emprendimos la marcha hacia el interior de la ciudad, hacia sus profundidades más oscuras, comenzaba un día más envuelto de un silencio reflexivo.

Helado de chocolate

…Estaba frío, muy frío, mis dientes se resintieron, el cucurucho tenía una gran bola de chocolate con pepitas de vainilla, su sabor, unido al calor que hacía, me llenaba el cuerpo de una  agradable sensación. Sentada en aquel banco a la sombra, sin prisa, esperaba la salida de mis hijos del colegio. Esa era otra de las cosas que me hacían feliz, verles salir corriendo, riendo, girando alrededor de mí, mientras tiraban sus mochilas por el suelo y me daban un gran beso.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Anorexia

...Una vez más se miró al espejo, no podía evitarlo, era una necesidad, verse una y otra vez, comprobar si aún tenía aquellos horrorosos bultos, su enorme barriga, su culo gigantesco. Sintió un enorme deseeo de romper esa imagen en mil pedazos pero entonces decidió volver al baño a vomitar antes de que llegará su madre y la obligará a volver a tomar aquella horrible mezcla de puré y batido.Se arrodilló frente al váter y se metió los dedos en la boca. Aquello se había convertido en un ritual. De repente sintió una mirada detrás de ella y vió a su hermana pequeña que la miraba en silencio con aquellos ojos tristes y ojerosos llenos de incomprensión, de dolor. Reconoció su propia mirada en los ojos de esa dulce y delgada niña que la copiaba en todo lo que hacía. ¡No, no podía seguir así!. Hoy mismo hablaría con su madre y pediría ayuda para ella... y para su hermana.

Subida del IVA

...Un bolígrafo azul, cuatro cuadernos de anillas de cuadros y uno de dos líneas, un compás, un diccionario... Cuando terminé de dictar la lista del material escolar para mis hijos al hombre de la librería y por fin me dió todo el material incluido la factura no pude más que mirar con la boca abierta aquel pequeño papel donde ponía exactamente el valor de aquellos artilugios y echarme a reir. ¡sí, ...no podía parar de reir!, me doblé, me senté en el suelo porque casi me hago pis de la risa y cuanto más miraba aquel papel y la cara del librero, más risa me entraba. Supongo que son esas cosas que le pasan a una cuando le suben el IVA así de repente y se encuentra entre la tesitura de comprarles a sus hijos el material necesario para cultivar su mente o comprarles un bocadillo de chopped para alimentarles el cuerpo...

Sin memoria

...Como cada domingo, desde hacía algunos años, fuí a ver a mi padre a la residencia donde estaba ingresado desde que perdió la memoria. Cuando entraba en su habitación y lo veía sentado frente a la gran ventana de su habitación mirando la calle se me hacía un nudo en el corazón, porque sabía lo que iba a suceder. Con un poco de suerte me confundiría con mi madre, o con la suya y me daría un gran abrazo, en el peor de los casos pensaría que era la enfermera y refunfuñaría por la comida. Lo que sucedió ese domingo me desconcertó, entré en la habitación, se giró y dijo ¡hola hija, cuanto has tardado! se levantó y me dió un gran abrazo y un beso en la frente. No pude contenerme y comencé a llorar entre sus brazos, aún fuertes y cálidos.Me volví a sentir la niña a la que su padre salva de cualquier problema. El comenzó a mecerme como cuando era pequeña y a susurrar ¡Tranquila, todo va bien, mama!.

El gorrión

...Cada día nos levantamos y realizamos las mismas acciones como autómatas. En una gran ciudad como Madrid solemos madrugar, coger el tren, metro o autobús a la misma hora, seguimos siempre la misma ruta, entramos siempre en la misma puerta del mismo vagón de tren, nos sentamos, si no está ocupado, en el mismo asiento y vemos a las mismas personas desconocidas cada día entre semana.
Las prisas, el d
ía a día, no nos permiten disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean, que dan sentido a la vida, que ofrecen esa pequeña vía de escape a la realidad a veces cruel e impersonal que nos rodea.
¿Quién se para, durante un buen rato, a observar a un pequeño gorrión urbano que se acerca a comer las migas de algún bocadillo, que un estudiante ha comido en una marquesina de autobús mientras esperaba en su camino a clase? Pues sí, dicho pajarillo existe y casi ha perdido su miedo al humano. Se acerca tanto que un pisotón descuidado acabaría con él, pero es listo y está atento, coge su miguita de pan y marcha veloz entre los coches hasta su nido en algún árbol pachucho de la zona, de hojas con olor a asfalto.

Manifestación



… Mi madre está muy nerviosa y no hace más que llorar, al parecer han detenido a mi hermana de 18 años en una manifestación. Mi padre lleva todo el día haciendo llamadas de teléfono. Yo no entiendo lo que eso significa pero viendo como está el ambiente he pensado que lo mejor era meterme en mi habitación para no molestar. He decidido poner a todos mis muñecos alrededor de la casita de Barbie tal y como me explicó mi hermana que iban a hacer ella y sus amigos con una cosa llamada Congreso para explicarles no sé qué, a no sé quién, pero al parecer eso no está bien hacerlo, ya se lo comentaré a ella cuando vuelva. Yo pienso que lo mejor sería invitar a Barbie a merendar y explicarle lo que quieren el resto de los muñecos. Como dice mi madre con la tripa llena se piensa mejor…Quizás mi hermana no había merendado hoy, no lo sé...

Recursos humanos

...Entre en casa y lo primero que ví fue la mochila de mi hijo tirada en el suelo y luego sus zapatos en medio del salòn. Había sido un dìa duro en la oficina, había tenido que despedir a cuatro personas. Ser responsable de recursos humanos con la crisis actual no es plato de gusto. Me encantaba mi trabajo cuando en tiempos de bonanza solo contratábamos gente y todo era alegría, sonrisas y buenas caras por parte de los implicados. Hoy me había tocado volver a casa en transporte público porque me habían rajado las ruedas del coche y no podía esperar a la grúa, mañana ya me encargaría de ese tema. Mi hijo vino corriendo a darme un beso, eso mitigaba un poco mi angustia, aunque no impedía pensar en los niños de las personas que había mandado a la calle.¿Qué te pasa mama, estás triste?.¡Sí! Dije, es que hoy he hecho una cosa mala.¿Pero ha sido sin querer, verdad mama?.¡Pues sí, la verdad es que me lo han mandado hacer! Comenté. Pues entonces tú no tienes la culpa ¡no te preocupes! ¿me haces un bocadillo de nocilla?. Supongo que en el fondo tenía razón , no era culpa mía yo era la emisaria, pero¿entonces porqué me sentía tan mal?. Recogí los zapatos de mi hijo y me dispuse a hacer el bocadillo. Mañana sería otro día. Por cierto, tenía que acordarme de llamar a la grúa...

jueves, 20 de septiembre de 2012

Burocracia marginal

...Otro día más que se levantaba a las seis de la mañana, se ponía su mochila con ilusión y caminaba entre barrizales durante media hora hasta la parada de la ruta del autobús que debería llevarle al colegio. Otro día más que que volvía desilusionado a su casa en el poblado gitano porque aún su nombre no aparece en la lista de los privilegiados. Otro día más aburrido que se sentaría en un piedra a esperar la vuelta de sus amigos cuyos nombres sí estaban en la lista...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Los celos

...No sé porqué me miras así, solo fueron unas caricias sin importancia, sabes que es a tí a quien quiero. Estas sacando las cosas de quicio y bueno hay que reconocer que ¡es tan mono! Con ese pelo tan negro y esos grandes ojos verdes, ¡impresionantes!.¡Vale, vale! No volverá a ocurrir, pero también tú tienes que poner algo de tu parte y no ser tan arisco. Por cierto, ¿tienes hambre? Salta aquí arriba a la mesa que te abro una latita de Whiskas....

Sin prisa

...No podía dejar de seguirla con la mirada, tenía una gracia especial en la forma de retocarse el pelo, la ropa. Charlaba animadamente con una compañera. Yo cada vez me ponía más nervioso, la veía acercarse a mi y cuando pensaba que me iba a decir algo, se paraba a hablar con otros o se iba hacía otro sitio. Era como si yo no existiera, era invisible y yo tenía que irme, pero no sin hablar con ella. No podía más, así que intenté hacerle señas, levantar la mano, llamarla a voces, hacerme visible.¡Mierda! ¿porqué no me hacía caso, tan dificil es que una camarera traiga la cuenta?...Finalmente me levanté e hice el primer "simpa" de mi vida...

La sospecha

...El hombre entró silencioso como cada noche para no despertar a su mujer, iba a acostarse junto a ella pero de repente, se agachó y miró debajo de la cama, fue algo instintivo, presentía que allí había alguien. Le vió allí escondido, acurrucado, desnudo. Se miraron en silencio, solo unos segundos, se incorporó, se metió en la cama, miró a su mujer y entonces comprendió muchas cosas que habían pasado últimamente. Le dió un codazo a su mujer y le dijo ¡Maria otra vez te has olvidado sacar al perro!¿se puede saber a que te dedicas cuando no estoy?...

Cosas de mi abuela

...Mi abuela tenía un gato, tan viejo como ella y lo trataba como si fuera su marido, le mimaba, le regañaba, discutía con él de cualquier tema de actualidad, incluso le bañaba como estuvo haciendo con mi abuelo los últimos años de su vida cuando casi no podía moverse. Ahora que mi abuelo ya no estaba se había volcado en el gato. Verla tratarle así daba escalofríos. Las veces que iba a verla me sentía intimidada bajo la mirada del bicho, parecía casi humano, puedo parecer una loca pero se me asemejaba al abuelo. No sé bien si por la pajarita o por las gafas que llevaba puestas...

Tengo frío

...Yo estaba desnudo en aquel sitio siniestro, hacía frío, tenía mucho miedo y no podía ver nada porque mis ojos estaban cubiertos de una sustancia viscosa. Escuchaba gente hablando a mi alrededor, pero no los entendía. De repente, alguien me azotó, me giré y no pude evitar echarme a llorar, fue entonces cuando me pusieron en el regazo de mi madre.¡que duro es nacer!

martes, 4 de septiembre de 2012

La Cibeles

 

...Siempre había sido sonámbulo, pero no había tenido nunca problemas por ello, hasta aquella noche.
El último año había sido muy duro. En el trabajo las cosas no iban bien; en su casa su mujer le engañaba aunque él fingía que no sabía nada; sus hijos eran unos desconocidos para él ya que nunca estaba en casa. Estaba al borde de una crisis pero debido a su caracter metódico y calculador no demostraba debilidad antes los demás.
Aquella noche se levantó sonambulo, se vistió inconscientemente y salió a la calle. Su mujer ni se enteró.
Al día siguiente mientras su mujer desayunaba, en la radio dieron la noticia de que esa madrugada la policía había detenido a un hombre que dormía en el regazo de la estatua de "La Cibeles", ella rió hasta que dijeron el nombre de dicho personaje ¡era su marido!.
A raiz de este incidente su vida dió un giro radical, su mujer tomó la determinación de separarse, en el trabajo muy sutilmente le invitaron a irse...
De repente se encontró sin trabajo, sólo, sin familia porque su mujer alegando que estaba perturbado consiguió la custodia de los niños, casi todo el dinero y la casa. Parecía el fin...aunque cuando se paró a pensar se dió cuenta de que en realidad odiaba el trabajo que hacía, manipulado por todo el mundo, sin libertad, bajo presión constante, con un horario eterno. Se dió cuenta de que a su mujer ya no la amaba, la aguantaba por mantener una imagen, por la costumbre, por los niños....¡sí los niños!, esas personitas a las que casi no conocía porque siempre estaba trabajando, siempre de viaje, llegando cuando ellos ya dormían. Sí los niños, a esos sí quería recuperarlos y decició emplearse en esa lucha costase lo que costase. La noche en la que decidió esto salió a la calle y esta vez de forma consciente se fue a ver a "La Cibeles" se volvió a sentar en su regazo, la estrechó en sus brazos y le dió un cariñoso beso en sus labios de piedra, tras lo cual le dijo un sincero ¡GRACIAS! mientras la miraba fijamente a los ojos. Se marchó sin mirar atrás, tenía la cabeza llena de ideas, de proyectos, de planes que hacer con sus hijos, con su vida. Ese día solo un barrendero vió la escena y le pareció ver como la estátua tras verle alejarse derramó una lágrima. Decidió no contarlo a nadie, no le creerían y ya tenía bastantes problemas para que encima pensarán que le daba a la bebida... pero esa es otra historia...

La otra luz

  


...Es de noche y hay casi luna llena, aunque las nubes impiden que se la vea tan radiante, tan llena de luz, tan pletórica como siempre, pero yo sé que está ahí vigilante como cada noche.
Sólo hay una luz encendida en toda la barriada además de la mía. Tal vez esa persona se sienta sola y no puede dormir; tal vez esté leyendo un libro tan interesente que no  puede dejarlo ahora; tal vez es la habitación de un matrimonio joven despierto por los lloriqueos de su primer hijo; tal vez sea un apasionado estudiante que al día siguiente tiene un examen; tal vez sea un abuelillo intentando captar una emisora pirata que le han recomendado; tal vez alguien enamorado que no puede conciliar el sueño o alguien a quien las facturas no le dejan descansar... pero puede ser alguien que se esté preguntando lo mismo que yo sobre la luz de mi ventana,¿que imaginará él o ella sobre esta luz y porqué está encendida a estas horas tan intempestivas de la noche?.Supongo que una de las posibilidades que nunca pensaría es que en esta habitación hay alguien tan inmensamente feliz que tanta felicidad no le permite dormir, no necesita dormir, ni hoy ni nunca, solo espero....¡oh! acaba de apagarse la luz. Ahora, solo quedo yo, ahora ¿a qué dedicaré el tiempo?. Es duro esto de ser feliz, no sabes lo que hacer por las noches ¡y son tantas! me gustaría caer rendida y dormir, ya no recuerdo como se hace y a veces lo añoro. Pero bueno, buscaré algo en que matar el tiempo hasta que amanezca. Buenas noches...

¿Se suicidó la paloma?

 

... Ayer de camino a realizar unas compras con mi marido, vimos una paloma que cojeaba, tenía un ala caída y un aspecto agónico. ¡Pobre bicho, me parece que le queda poco! dije apenada mientras nos acercábamos a ella. De repente y con un sobreesfuerzo saltó a la carretera. ¡Insensata, si casi no puede caminar! ¡la van a atropellar! intentamos asustarla para que se quitara de la calzada. Venía un coche, la escena solo tenía un final, pero curiosamente el coche ni la rozó. Mientras nos alejábamos mirando de vez en cuando para atrás veíamos que la paloma seguía en la calzada y que los coches no conseguían atropellarla. Pensamos que quizás el animal lo que quería realmente es acabar con todo, porque ¿acaso no sabía dónde estaba?¡seguro que sí! era una paloma ya mayor, seguro que había sobrevolado aquella carretera innumerables veces y sabía el peligro que representaba.
Pasadas unas horas volvimos a pasar por el mismo sitio y comenzamos a buscar con insistencia en la calzada por ver si había rastro de la paloma y efectivamente solo quedaban los resto de una vida dura,en silencio nos marchamos, pensando si realmente la paloma lo que había querido realmente era suicidarse y acabar con el suplicio que parecía estar sufriendo...

Mi soledad y yo

  …Mi soledad y yo decidimos separarnos por un tiempo. Nos sentamos y charlamos tranquilamente sobre nosotras, nuestras vidas, nuestras inquietudes. Llevábamos tanto tiempo juntas que poco a poco la rutina, la costumbre y el paso del tiempo nos estaba convirtiendo en dos desconocidas. Ya no solíamos hacer cosas juntas, no manteníamos aquellas charlas metafísicas y filosóficas de la adolescencia que nos quitaban el sueño, ya no resolvíamos los pequeños problemas juntas, no compartíamos más que el mismo cuerpo.
La charla duró todo el invierno, ambas éramos conscientes de que tal vez sería el último que pasábamos juntas por lo menos en muchos años, por eso lo recuerdo de manera muy especial, con mucho cariño y a la vez con tristeza.
Llegó la primavera y el tímido sol comenzó a acariciarnos tiernamente tras los cristales de la habitación y un buen día al salir a la calle levanté el brazo para llamar a un taxi y cuando volví la cabeza me encontré con sus ojos que me decían adiós, fueron solo unos segundos pero nos dijimos todo con una sola mirada. Ella se quedó en la acera mirándome y yo marché en aquel taxi con los ojos llenos de lágrimas rumbo a la maternidad. Aquel día di a luz a mi primer hijo, era consciente de que a partir de ese día no volvería a estar sola durante muchos años. Tal vez, cuando fuera una anciana volvería a ver a mi soledad, pero mientras tenía un pequeño ser indefenso que necesitaba toda mi atención…