miércoles, 26 de septiembre de 2012

Anorexia

...Una vez más se miró al espejo, no podía evitarlo, era una necesidad, verse una y otra vez, comprobar si aún tenía aquellos horrorosos bultos, su enorme barriga, su culo gigantesco. Sintió un enorme deseeo de romper esa imagen en mil pedazos pero entonces decidió volver al baño a vomitar antes de que llegará su madre y la obligará a volver a tomar aquella horrible mezcla de puré y batido.Se arrodilló frente al váter y se metió los dedos en la boca. Aquello se había convertido en un ritual. De repente sintió una mirada detrás de ella y vió a su hermana pequeña que la miraba en silencio con aquellos ojos tristes y ojerosos llenos de incomprensión, de dolor. Reconoció su propia mirada en los ojos de esa dulce y delgada niña que la copiaba en todo lo que hacía. ¡No, no podía seguir así!. Hoy mismo hablaría con su madre y pediría ayuda para ella... y para su hermana.

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