miércoles, 26 de septiembre de 2012

Recursos humanos

...Entre en casa y lo primero que ví fue la mochila de mi hijo tirada en el suelo y luego sus zapatos en medio del salòn. Había sido un dìa duro en la oficina, había tenido que despedir a cuatro personas. Ser responsable de recursos humanos con la crisis actual no es plato de gusto. Me encantaba mi trabajo cuando en tiempos de bonanza solo contratábamos gente y todo era alegría, sonrisas y buenas caras por parte de los implicados. Hoy me había tocado volver a casa en transporte público porque me habían rajado las ruedas del coche y no podía esperar a la grúa, mañana ya me encargaría de ese tema. Mi hijo vino corriendo a darme un beso, eso mitigaba un poco mi angustia, aunque no impedía pensar en los niños de las personas que había mandado a la calle.¿Qué te pasa mama, estás triste?.¡Sí! Dije, es que hoy he hecho una cosa mala.¿Pero ha sido sin querer, verdad mama?.¡Pues sí, la verdad es que me lo han mandado hacer! Comenté. Pues entonces tú no tienes la culpa ¡no te preocupes! ¿me haces un bocadillo de nocilla?. Supongo que en el fondo tenía razón , no era culpa mía yo era la emisaria, pero¿entonces porqué me sentía tan mal?. Recogí los zapatos de mi hijo y me dispuse a hacer el bocadillo. Mañana sería otro día. Por cierto, tenía que acordarme de llamar a la grúa...

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