¿Vino tinto o vino blanco?

...Se acercó la copa de vino tinto a la nariz, mientras contemplaba disimuladamente los exagerados pechos de su actual acompañante. Saboreó el caldo lentamente, pasando entre sus dientes la lengua mientras intentaba descubrir cada uno de los elementos que daban aquel agradable dulzor. Una pequeña gota fue bajando por su garganta mientras la imaginaba desnuda. La conocía hacía solo un mes pero no había podido dejar de pensar en ella ni un solo día, desde que se acostaron juntos. Sus vestidos ceñidos, sus altos tacones, su pelo largo y negro le impedían pensar con claridad. Llevaba días que no hacía bien su trabajo, por eso se decidió a llevarla con él en aquel viaje, para no tener que distraerse pensando en donde, como, cuando y con quien estaría ella en su ausencia. Le costó reconocerse en aquel hombre celoso, que nunca antes había sido y que ahora le nublaba la mente.

Ella le miraba desde lejos con sus enormes ojos negros, mientras pasaba la lengua  un segundo sobre sus labios rojos, tras saborear una copa de un maravilloso vino blanco afrutado. Estaba realmente impresionada, nunca antes había conocido a un hombre como él, no era guapo, pero al contrario que la mayoría de los hombres que conocía, y que la exhibían como un trofeo, él en cambio la trataba como si fuera un tesoro que había que guardar y proteger. Por eso quiso irse con él de viaje, porque se sentía amada, deseada, pero no como el que cuelga un poster en la pared de su cuarto para que todos lo vean, si no como el que cuelga un Van Gogh en su casa pero no se lo enseña a nadie, celoso de su posesión. Tal para cual, un celoso y una dependiente. Sus miradas se cruzaron y ambos levantaron su copa en señal de brindis mientras se sonreían, cada uno absorto en sus pensamientos.

El tornado

...El viento susurra inquieto y golpea mi persiana violentamente. Tengo miedo, sé que es algo absurdo tener miedo de un sonido, pero penetra en mi cabeza y me hace tener pensamientos extraños e inquietantes. Sopla con tesón, se filtra por cualquier agujero, sus interminables y siniestras notas musicales se transforman una y otra vez y me envuelven, me acosan. 

De repente la puerta de mi habitación se abre y aparece mi hermana pequeña, dice que tiene miedo y pregunta si puede dormir conmigo. Mientras se acurruca a mi lado la tranquilizo y le digo que es solo viento, que no pasa nada, pero lo cierto es que mi voz no suena convincente, pero mi dulce hermana me abraza y se duerme plácidamente. Supongo que su tranquilidad al dormir me provoca paz y finalmente termino por cerrar los ojos. 

A la mañana siguiente me despierto con una extraña sensación, un nerviosismo en mi estómago fuera de lo normal. Despierto a mi hermana y juntas abrimos la puerta de la habitación, que ahora da directamente a un campo desolado, lleno de escombros. No hay nada más, el resto de la casa ha volado, literalmente. Incluyendo a mis padres. Solo mi habitación ha quedado milagrosamente intacta. Mi hermana se ha echado a llorar. Yo no tengo lágrimas... se las ha llevado el viento...

Y así, tontamente, acabé pegándome un tiro

...Y así, tontamente, acabé pegándome un tiro. Lo último que vi antes de caer desmayada fue la cara de terror de mi abuelo, que era el que me había dejado aquel pistolón del siglo pasado sin comprobar si estaba cargado. Cuando volví en mí estaba en el hospital, tenía un vendaje al final de mi pierna, pero no había pie, aunque yo seguía sintiendo un fuerte dolor donde ahora solo había un gran vacío. Mi abuelo estaba sentado en un sofá al lado de mi cama dormitando, al parecer no quiso alejarse de mi lado durante toda mi convalecencia, se sentía culpable y si le hubiera valido me habría dado su propio pie. ¡Pobre! Me sentí triste por su dolor, a fin de cuentas yo sabía tanto de armas como él, desde los 5 años le había acompañado todas las tardes en su tienda de antigüedades, rodeada de trabucos, espadas, armas de todo tipo, mientras hacía los deberes, ya que mis padres trabajaban hasta tarde. Prácticamente me crió mi abuelo. Verle tan triste y tan culpable me obligó a superar el dolor por mi pérdida material para no perder su alma y su amor inmaterial.

Multa por no reciclar

…Durante un tiempo mi madre siempre que tiraba la basura se hacía una foto de ella misma echando la bolsa al contenedor y si no podía ella sola porque hubiera que abrir la tapa nos lo pedía a alguno de nosotros o a algún transeúnte. Naturalmente la gente se quedaba extrañada hasta que ella les explicaba el porqué. Al parecer el ayuntamiento había puesto una norma por la que si alguien no tiraba bien la basura en el contenedor adecuado se le podía multar desde 200€ hasta más de 700€. A una vecina que por estar el contenedor de papel lleno dejó su bolsa de papel al pie del contenedor azul la habían denunciado los inspectores del ayuntamiento tras encontrar un recibo de la luz con sus datos en dicha bolsa y conseguir su identidad.

Desde que mi madre se enteró decidió tener siempre pruebas para que si le pasaba a ella algún día, pudiera justificar que ella había hecho bien su labor y que si su bolsa no estaba en sitio correcto la culpabilidad era de otra persona.  Yo dudaba mucho que incluso con la foto ella pudiera justificar que lo había hecho todo bien, pero desde que murió mi padre se convirtió en una maniática y no podía sacarla de su cabezonería. Etiquetaba las bolsas de basura con la fecha del día para que en la foto saliera bien el día en que lo había tirado  e incluso y nos tenía martirizados para que nosotros hiciéramos lo mismo cuando no estaba ella. Yo naturalmente no lo hacía y cuando me quedaba sola en verano pasaba de etiquetar y de hacer fotos y a ella le llevaban los demonios y decía que si llegaba una multa en esas fechas la pagaría yo.

En su obsesión llegó a conseguir la dirección de e-mail de los inspectores de la basura y les preguntó si su acción de las fotos le valdría como justificante y cuando le respondieron que no, soltó un montón de improperios contra el ayuntamiento, cosa que era poco frecuente en ella que era por lo general dulce y paciente.

Un día acorraló a mi primo, que era abogado, y no paró hasta que se comprometió a buscar una solución legal que le permitiera a ella justificar sus acciones frente al ayuntamiento y  estar libre del peligro de denuncias. Mi pobre primo terminó consultando a su profesor de la universidad, el cual no supo responder  y eso le desquició a él,  porque sintiéndose un ser superior a sus alumnos sabía que debería poder responder algo que en principio parecía simple. Comenzó a investigar el tema para poder dar una solución a mi primo con el que empezó a tener mucho contacto, ya que comenzaron a indagar codo con codo el método a seguir para enfrentarse a la administración y salir victoriosos.

La curiosidad del profesor y la confianza con mi primo terminó en una comida en casa de mi madre para hablar de los pasos a seguir y fin de semana sí, fin de semana también terminaron juntándose mi madre y el profesor de mi primo para hablar del problema, crear una plataforma de vecinos, hacer una recolecta de firmas para enviar al ayuntamiento y revocar dicho bando municipal.

Supongo que su empeño común y tanto contacto tuvo sus efectos. Mi madre y el profesor de mi primo, que era un solterón empedernido, comenzaron a sentirse muy bien juntos y aquella lucha contra Goliat derivó en un romance que lejos de  alejarles de su empeño contra el ayuntamiento les animó más.

Yo me alegro por mi madre porque está feliz, ya no hace fotos de las bolsas de basura y el resto de sus obsesiones han desaparecido. Ambos fundaron una asociación vecinal donde tratan de ayudar a todo aquel que tienen algún tipo de conflicto con el ayuntamiento. El profesor, su nuevo compañero, está feliz porque ve que su trabajo finalmente sirve para algo más que intentar enseñar a jóvenes descerebrados y yo estoy feliz porque finalmente me he independizado y vivo en un mini piso alquilado cerca de ellos porque les ayudo en la asociación.

Hoy justamente me voy a verles porque me ha llegado una denuncia por no reciclar correctamente. Al parecer han encontrado en el contenedor de residuos orgánicos una bolsa con una botella de cristal ¡¡¡Delito!!! y entre dichos residuos han encontrado una nota de felicitación por mi cumpleaños junto con mi nombre completo gracias al cual me han localizado y me han mandado una multa gorda como regalo...

No todo está en la Wikipedia

...Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión.
Un niño miraba emocionado por la ventana, de repente, se giró nervioso hacia su madre.
-¡Mamá! ¿Existen los ángeles?
-¡No!, es una representación icónica de la iglesia, para reflejar el sentimiento de bondad que hay dentro de nosotros mismos, igual que el demonio se usa para representar el mal. 
Y continuó leyendo su iPad.
-¡Mamá! ¿Las personas podemos volar?
-¡No! Anatómicamente no estamos preparados para ello, eso pone en la Wikipedia ¿Por qué lo preguntas?
-¡No, por nada!
El niño volvió a mirar por la ventana y tímidamente dijo adiós con la mano al “No hombre” ó “No ángel” que estaba sentado en una nube.