miércoles, 26 de julio de 2017

El cocinero


Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer, respiró profundamente, le encantaba el olor a mar, quiso disfrutar de ese instante porque quizás fuera su último día en aquel barco.
Sabía que el cocinero estaba desquiciado por su culpa y seguro que en un descuido del resto del personal cogería alguno de aquellos enormes cuchillos y la cortaría en pedacitos.
Tendría que ir con cuidado si no quería acabar en una olla, ¡aunque el guiso de rata, dicen que está muy duro!

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