viernes, 21 de octubre de 2022

Los buñuelos de la abuela

 

Unos buñuelos de viento para chuparse los dedos, así eran los de mi abuela. La echo de menos porque ejerció más de madre que de abuela, pero el COVID se la llevó.

Ahora aprovecho cualquier oportunidad para pasar por delante de la pastelería de mi barrio, es época de buñuelos, y envolverme en ese olor que me transporta a los días de mi niñez con ella.

Hoy no he podido contener una lágrima al recordarla mientras miraba el escaparate de la pastelería y aspiraba el dulce aroma.

Un joven ha salido y me ha ofrecido un buñuelo.
– ¡para que no estés triste! ha dicho 
Hemos empezado a hablar y al final, ¡hoy hemos quedado para cenar!


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