Hago los deberes en un escritorio junto a
un gran ventanal, y mientras miraba el horizonte vi como mi abuelo salía a la
calle y sigilosamente abría el coche de mi madre (el cual no usa los días de
diario), se sentaba al volante y salía disparado como alma de lleva el diablo.
Pensé que sería bueno tener una prueba de
su pequeña escapada así que lo grabé todo con el móvil.
Cuando vinieran mis padres se lo tendría
que decir ,o bien, podría callarme….
¡Quizás era hora de que mi abuelo y yo nos
sentáramos a pactar!...
¡Total! mi silencio iba a ser muy barato, se
basaría en un pequeño donativo para los fines de semana….
Al cabo de media hora mi abuelo aparcaba el
coche en el mismo sitio y lo dejaba como si nada hubiera pasado.
Al rato me levanté y me fui al salón, él
estaba sentado en el sofá mirando la TV, me senté a su lado y le pregunté si
quería ver un vídeo muy bueno.
Me dijo que sí, pero que esperara a que se
pusiera las gafas de cerca. Cuando finalmente vio el vídeo comenzó a reírse a
carcajadas.
-¿Qué te hace gracia? Le pregunté, ¿no querrás que mis padres se enteren de que les coges el coche cuando no te han dejado renovarte el carnet de conducir por viejo?
Se levantó, cogió su móvil y me envió un mensaje al Whatsapp. Cuando lo abrí vi que se trataba de otro vídeo, pero en este, el actor principal era yo y la actriz secundaria una medio novia que yo metía a escondidas en mi cuarto cuando no estaban mis padres.
¡Está claro que estábamos empatados! Habría que pensar en otro método de financiación…
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