miércoles, 28 de diciembre de 2016

¡El diablo se lo lleve!

Sigo observando mi trocito de cielo, mientras espero que nos rescaten. No puedo moverme, no siento las piernas y no oigo ningún ruido. Es como estar bajo el agua. Veo a mi hermanito lleno de sangre. Él está boca abajo y no puede ver el cielo, pero le veo mover una mano, así que creo que está vivo. ¡Ojalá mi padre este muerto! le dijo a mama que se iba a tirar con el coche por un puente. No puedo olvidar el grito desgarrador de mama. Quizás existan los milagros y como dice mi abuela, ¡el diablo se lo lleve!.

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