martes, 15 de noviembre de 2022

Jugando al escondite

Cuando aceptó jugar al escondite con aquellos extraños niños semitransparentes no tenía ni idea de que terminaría dentro de un pequeño armario esperando a ser encontrada. 

Hacía mucho calor. Una gota de sudor resbalaba por su frente con la intención de caer en un ojo, tuvo que cerrarlo para que no entrará en él. No podía moverse, estaba oscuro, empezó a tener miedo, su corazón acelerado parecía retumbar. 

Pasaba el tiempo y no la encontraban. Se estaba aburriendo así que intentó salir, pero…la puerta no se abría. Lo intentó dando patadas, ¡nada! Gritó pidiendo ayuda. Comenzó a agobiarse. No había sido una buena idea jugar con unos desconocidos y menos aún meterse allí a pesar de que uno de los niños le indicó que sería un buen escondite y le ayudó a entrar.

Olía a quemado y había humo. ¡Quería salir!, siguió chillando y dando patadas y golpes con las manos. Buscó desde la oscuridad alguna llave o pestillo pero no encontró nada. 

De repente, escuchó la voz de uno de los niños que decía. ¡En breve serás como nosotros y jugaremos juntos para siempre! 

Los bomberos no supieron decir como comenzó el incendio…

No hay comentarios:

Publicar un comentario