...Era la segunda vez que veía a aquella mujer
andando por la carretera por el lugar indebido. ¿Acaso no sabía que los
peatones debían circular por la izquierda? No pudo resistirlo más y paró el
coche junto a la mujer y le explicó cómo debía ir y que era peligroso circular
así, a lo que ella respondió que también era peligroso parar el coche en mitad
de una curva y justo en un cambio de rasante sin visibilidad. El hombre miró por
el retrovisor y efectivamente no pudo ver nada, así que arrancó nervioso y se
marchó en silencio...
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