…Una ola gigante chocó
contra las rocas y unas gotitas de agua marina se evaporaron al cielo, así nací
yo, una pequeña nube que vivía feliz frente a un pequeño pueblo pesquero. Cada mañana me hacía un
poquito más grande gracias a las olas tempranas y por las tardes me hacía un
poco más pequeña gracias a mi amigo el sol que se llevaba un trocito de mí para saciar su sed.
Vivía tranquila hasta que un día un viento
traicionero vino a agitar mis gotas y esparcirlas por el mundo, me dividí en
millones de partes que cayeron en forma de lluvia sobre el pueblecito. Ahora
estoy esperando volver a recomponerme para poder sobrevolar sobre las costas
del mar que me vio nacer, hasta entonces seré parte de ríos, de charcos
estancados, de maceteros o latas abandonadas, pero tarde o temprano volveré a
rehacerme y volveré a ser feliz…
No hay comentarios:
Publicar un comentario